No, no existen. Y os vamos a explicar por qué. Un preliminar es algo que sirve de introducción a otra cosa, que sirve como preparación para algo más importante, algo mejor; en este caso, la penetración.
Pero entonces, si el sexo es solo la penetración, cuando no la hay, ¿No ha habido sexo? ¿Qué ha sido eso si no? Lo que habitualmente se conoce como preliminares es sexo, tanto como lo es la penetración. Y es que ésta es solo un camino de tantos, una práctica entre muchas. Te explicamos un poco más sobre el “engaño” de los preliminares.
Falsos mitos
Normalmente consideramos los besos, las caricias, la masturbación propia y el sexo oral como preliminares. Aunque el concepto “sexo oral” contenga la palabra “sexo”, no se acaba de considerar parte de este. Todas estas prácticas son algo que nos lleva a otra cosa, a la protagonista de la película: la penetración. Y no, no debería ser necesario llegar a ella para darle un sentido a todo lo anterior.
Y es que el sexo siempre se representa así. En las películas, a veces ni se mencionan estas otras prácticas que te pueden hacer disfrutar tanto como la penetración o incluso más (no olvidemos que la mayoría de personas con vulva necesita la estimulación externa para llegar al orgasmo).
En su lugar, se pasa directamente al pene introduciéndose en la vagina, en la mayoría de los casos. ¡Pero es que las películas son eso, películas!
Nada de “juegos previos”
Basta de hacer esta distinción entre “preliminares” y sexo, dejemos de verlos como algo para “calentar motores” o como “juegos previos”. Son parte del juego.
¿Y si te decimos que igual nos estamos perdiendo parte del placer precisamente por verlos como algo accesorio? Como si el desayuno, la comida y la merienda fueran los preliminares de la cena. ¿A qué no sabrían igual? ¿A que cuando estás comiendo el primer plato, no estás pensando en el pudin?
A más variedad, más orgasmos
Cuando lo vemos como algo optativo y solo nos centramos en la penetración, es mucho más complicado llegar al orgasmo. Un estudio de Archives of Sexual Behaviour demuestra que las probabilidades se multiplican cuando se compaginan tres prácticas sexuales:
- los besos profundos
- el sexo oral
- la estimulación genital.
Solo 3 de cada 10 mujeres cis llegan al orgasmo únicamente con estimulación vaginal; en cambio, con la combinación de estas tres prácticas, llegan alrededor de 8 de cada 10. Sí, unos buenos besos son clave para alcanzar el orgasmo.
¡A jugar!
Para que disfrutes del sexo más allá de la penetración te vamos a dar unos consejos para que tu vida sexual sí que sea de película.
1. En el sexo, nada de minimalismo
La regla es “Cuanto más, mejor”. Dale la oportunidad a tu cuerpo y al de tus parejas de experimentar con sensaciones, prácticas y posturas distintas. Que el minimalismo es muy bonito, no decimos que no, pero en la cama hace falta más excentricismo. ¡Atrévete! Eso sí, tampoco te rompas la cabeza intentando descubrir si tu pareja disfruta haciendo el pino puente: pregúntale, porque sí, preguntar es sexy.
2. Dirty talk
¿A que cuando le vas a hacer la cena a alguien, le preguntas qué le gusta y qué no? Pues hacer lo mismo con el sexo puede ser muy estimulante, además de instructivo. Pregúntale qué le gusta, cómo le gusta, qué quiere que le hagas y dile también qué quieres hacerle tú. No seas básicx y atrévete a experimentar con estas conversaciones que pueden ser muy divertidas. Ah, y este dirty talk no tiene por qué ser directamente en la cama, puedes insinuarlo a primera hora de la mañana para que esté todo el día dándole vueltas.
3. ¿Lo más potente? Los sentidos
Nada más ni nada menos que jugar un poco con los cinco sentidos para llevar a tu pareja al límite. ¿Cómo? Pues empieza por erotizar el ambiente: con música sugerente, luces difuminadas, alguna prenda de lencería por medio... No, la ropa tirada en el suelo se sigue llamando “desorden” y no vale. Ahora que ya ha entendido lo que va a pasar, quítale su principal fuente de información: ponle un antifaz como Veo veo para que todo tenga más misterio y que explore otras sensaciones.
Recorre con la yema de tus dedos todo su cuerpo y también puedes hacerlo con un plumero como Pío, un extra de diversión con cosquillas. Cuando consideres oportuno, pasa al siguiente nivel: los besos. Besos por todas partes.
4. Sal de la zona de confort
A tu cerebro le gusta que le sorprendan e, igual que a ti, le gusta quedarse impresionado. Así que, cuando estés disfrutando con tu compi de cama, ¡no te quedes en la zona de confort! Cambia, descoloca, sorprende para que la experiencia sea mucho más increíble de lo que se esperaba. Puedes hacerlo de mil maneras distintas, incluso introduciendo juguetes como Neo Plus, que con sus vibraciones os dejarán boquiabiertxs.
5. No siempre tiene que haber penetración
Lo que te veníamos diciendo se resume en este tip: puedes disfrutar y dar por concluida la sesión de juegos sin que haya habido penetración. No va a ser menos placentero ni “menos sexo” por eso, al contrario, aumentarás el juego y el placer.
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Si el sexo fuera solo penetración, sería una actividad bastante limitada, un poco repetitiva, y todxs disfrutaríamos con lo mismo. La realidad es que cada persona tiene sus propios gustos; vaya, que para gustos, los colores. Igual que en el cine, los deportes, la comida… ¿Por qué en esos ámbitos de la vida nos parece lo más normal y en el sexo nos tiene que gustar lo que le gusta a todo el mundo? Experimenta con tu pareja, dejando de lado la penetración, y llegad a un nuevo universo de placer.