Atrévete a explorar el sexo desde una perspectiva nueva
A pesar de que el pegging siempre se ha entendido en un contexto heterosexual, hoy en día se utiliza para hablar de una persona de cualquier género que penetra a otra (que tiene pene) analmente con un dildo sujeto a un arnés. Aunque esta práctica sexual puede ser muuuy placentera y abrirte un mundo nuevo de sensaciones, también puede ser incómoda si no se hace correctamente... ¡Por eso, te mostramos los pasos a seguir para iniciarte en el pegging con tu pareja sexual!
Beneficios del pegging
- El pegging es una práctica sexual que permite salir de la rutina sexual y, además, mejora la conexión con tu pareja porque es un ejercicio de confianza, comunicación, vulnerabilidad e intimidad.
- El pegging está vinculado a la estimulación de la próstata o punto P, una zona erógena muy placentera para las personas con pene y que, con la estimulación adecuada, puede proporcionar orgasmos increíbles.
- Normalmente, en esta práctica se produce un intercambio de roles: la persona que normalmente penetra (y muy a menudo tiene pene) es penetrada por una persona con vulva gracias a un arnés que sujeta un juguete sexual.
Para la persona que normalmente es penetrada y de repente ejerce ese papel sobre su pareja, es un ejercicio de empoderamiento que resulta muy estimulante física y psicológicamente.
Pasos clave para una experiencia placentera
Hablar abiertamente con tu pareja
Iniciarte en la práctica del pegging con tu pareja sexual implica tener una conversación larga y tendida. Lo necesario para que ambxs compartáis el consentimiento de que os apetece probar esto, sin cohibiciones de por medio. Algunas preguntas que os podéis hacer son: ¿Por qué os interesa probar el pegging? ¿Qué es lo que esperáis de esa experiencia?
Comprar el material necesario y familiarizarte con él
Una vez haya un sí entusiasta para probar el pegging por ambas partes, no está de más informarse sobre esta práctica (aseguraos de que la información provenga de una página u opinión experta en sexología). Lo siguiente es hacerse con el material necesario para llevarlo a cabo.
- Dildo: en primer lugar, necesitaréis el juguete sexual con el que realizar la penetración. Puede ser un dildo o un vibrador. Si es la primera vez, es recomendable comprar un dildo de tamaño pequeño y, sobre todo, que el material sea de silicona, que es más fácil de limpiar y flexible.
- Arnés: en Platanomelón tenemos varios arneses ideales para iniciarte en el pegging. Siempre es buena idea que la persona que va a penetrar se familiarice con el dildo y el arnés y que se lo pruebe antes, para que cuando llegue el momento todo sea más sencillo.
- Lubricante: la mejor opción es un lubricante a base de agua, porque es compatible con el dildo de silicona y con los preservativos (recordad usarlos cuando queráis intercambiar el dildo entre vosotrxs). Sin embargo, para el masaje o estimulación previa anal podéis usar un lubricante especializado para la zona anal. No tengáis miedo a usar mucho lubricante (¡hará la experiencia mucho más placentera!).
Con calma
Antes de empezar, debéis establecer una palabra de seguridad para utilizarla en caso de que la persona penetrada quiera parar. El siguiente paso sería tomárselo con calma. Quien marca el ritmo y quien siempre tiene el control es la persona penetrada. No hay ninguna prisa. De hecho, ¡es un buen momento para disfrutar de las sensaciones!
Empezar por las posturas fáciles
Como tantas otras prácticas sexuales, no hay posiciones mejores o peores para el pegging. La mejor posición será la que más os guste o la que os resulte más cómoda a lxs dos. Ahora bien, si es la primera vez que lo hacéis, las mejores posiciones para comenzar son el misionero elevado (con una almohada, para tener más ángulo), o el perrito, que permite penetrar más fácilmente y tener más control.
Es importante estar preparadx
Si hay algún "escape", lo mejor es estar preparadx. No hay de qué avergonzarse, ¡es completamente natural! Procurad tener siempre a mano una toalla o unas toallitas húmedas. También podéis probar a hacerlo directamente en la ducha o a hacer una lavativa anal previa.
Con paciencia y comunicación, ¡todo es posible! Explorad vuestro placer y no os cerréis puertas (si os apetece, claro)... esto os ayudará a disfrutar de vuestra sexualidad al máximo.